Sin cambio y evolución las aficiones pueden convertirse en rutina. Y precisamente eso es lo que no queremos de una afición. Al contrario. Pedimos de ellas que nos saquen de la rutina de nuestro día a día.
El año pasado mis amigos Cedric Thomas y Franck Jobard, por fin, pudieron hacer realidad uno de sus sueños. Y lo han hecho con un proyecto serio, bien definido y con un potencial enorme. Tras una etapa muy concienzuda de desarrollo del proyecto, finalmente lanzaron la iniciativa Deep Sky Chile para ofrecer un lugar adecuado en el que aficionados de todo el mundo puedan desarrollar su afición bajo uno de los mejores cielos. No en vano dentro de pocos años el 70% de los observatorios profesionales de alto nivel estarán instalados en Chile. No creo que haya mucho más que decir.
Siguiendo esa idea de evolución y cambio, a finales del año pasado empezamos una nueva etapa. Gracias a la generosidad de Cedric y Franck se me presentó la oportunidad de trasladar mi equipo a Deep Sky Chile. Un lujo que no se presenta muchas veces en la vida de un aficionado.
Pero todo no iba a ser tan fácil. Nos pilló de pleno la pandemia de la COVID 19 justo cuando teníamos programado nuestro viaje a Chile para la instalación. Yo enfermé y no pude viajar y Cedric, que había ido unos días antes, a duras penas consiguió volver a casa junto a su familia antes de que cerraran las fronteras y cancelaran todos los vuelos.
Afortunadamente, Cedric pudo instalar el equipo en su nueva ubicación antes de volver.
Empezamos una nueva etapa en nuestra afición con toda la ilusión y humildad del mundo. Seguimos aprendiendo y evolucionando. ¡Eso es vida!
www.deepskychile.com