Las galaxias son como «islas de estrellas» inmersas en un vasto y oscuro universo con una aparente sensación de imperturbabilidad. Pero nada más lejos de la realidad. La gravedad también se cobra su tributo a esas escalas y podemos ser espectadores de su baile gravitatorio acercándose unas a las otras o devorando las grandes a las pequeñas. En definitiva, mostrando un comportamiento sumamente dinámico del que no somos conscientes debido a la enorme escala del tiempo en la que se produce. Pero podemos escudriñar e investigar estas dinámicas porque de esa actividad quedan rastros. Acumulando suficientes datos se pueden hacer visibles los restos de esos combates.

NGC 3628, M65 y M66 forman un bonito trio de galaxias situadas a unos 35 millones de años luz y que entran fácilmente en el campo de visión de un telescopio aficionado siendo un objetivo fotográfico habitual. Integrando horas de información es posible observar los restos de las interacciones galácticas que hemos mencionado. NGC 3628 presenta una espectacular cola de marea  de 300.000 años luz de longitud causada por las interacciones gravitatorias ocurridas con sus vecinas.

Si forzamos la luminancia para mostrar mas brillante esa cola de marea queda patente su enorme tamaño comparado con la propia galaxia.

 

Este es uno de los campos en las existe colaboración entre profesionales y aficionados. En los observatorios profesionales es muy difícil disponer de horas de telescopio suficientes para poder escudriñar la existencia de estas tenues estructuras desgajadas de las galaxias principales. Sin embargo los aficionados tienen disponibilidad, si así lo desean, de acumular datos durante 50h, 100h o mas horas. Además los campos abarcados por las configuraciones instrumentales de los equipos de los aficionados permiten estudiar el entorno de las galaxias buscando estas débiles estructuras. Otro ejemplo de colaboración lo podemos encontrar aquí. También son interesantes para entender el dinamismo de estas estructuras en forma de colas de marea desgajadas de la la galaxia principal este artículo sobre la formación estelar en dichas corrientes o este otro sobre el posible origen de algunas galaxias enanas en estas estructuras.

El campo mostrado en la imagen es un recorte del campo real que obtengo con mi equipo. Para tener una imagen mucho más detallada sería necesario trabajar con resoluciones angulares menores de las que yo manejo. En el campo fotografiado no solo tenemos las galaxias que forman el Triplete de Leo. También muchas otras repartidas por toda la imagen.

 

 

La zona de Leo -Virgo está repleta de galaxias. Al mirar hacia fuera de la propia Vía Láctea se favorece su observación. El campo abarcado por la imagen se resalta en la siguiente carta de localización.

 

Y los datos de las capturas son los siguientes: