Hasta ahora, nunca me había adentrado en el mundo de la astrofotografía planetaria salvo para algunos intentos casi testimoniales con una webcam Philips SPC900. También es cierto que el equipo que tengo está más pensado para la fotografía de cielo profundo. La única combinación razonable que tengo para este tipo de fotografía es emplear un Newton de 200mm a f5 junto con una Barlow Televue x5. Con eso consigo una focal equivalente a 5000 mm (f25) a la cual Júpiter ya tiene un tamaño decente en la fotografía.
Tengo también una cámara ZWO ASI 120 MC. Es una cámara muy usada actualmente en fotografía planetaria ya que además de un sensor más grande, comparado con el de una webcam, es bastante más sensible y permite trabajar en modos en los que se llega a 50-70 fps e incluso a 100 fps en determinadas circunstancias.
En fotografía planetaria trabajar al mayor número posible de fotogramas por segundo (fps) es de gran utilidad ya que permite capturar esos instantes en los que la atmósfera está lo suficientemente estable como para apreciar buenos detalles en el planeta. Luego solo queda seleccionar de los más de 4000 fotogramas capturados los mejores. Aquellos donde hemos pillado la atmósfera quieta y estable (aunque solo sea por una fracción de segundo) y en los que nos deja ver con buen detalle el planeta. Luego solo queda apilar esos fotogramas seleccionados para generar una imagen con el mejor detalle posible. Afortunadamente existen programas informáticos gratuitos que ayudan mucho a realizar esas tareas.
Así que hace unos días me propuse intentar hacer una fotografía de Júpiter. Como es normal por mi zona, la atmósfera no estaba muy estable. Eso además de que soy un completo novato en este tipo de fotografía.
Esto es lo que salió:
Se aprecian claramente detalles en la atmósfera de Júpiter así como la gran mancha roja y su satélite Europa que proyecta su sombra sobre la superficie del planeta. Quizás la imagen necesitaría de algo más de saturación en los colores, pero bueno…intentaré hacerlo mejor la próxima vez.
Por cierto. En el satélite Europa hay más agua, en forma de hielo, que en toda la Tierra. Pero lo más interesante es que los datos científicos aportados por las sondas enviadas sugieren que bajo 20 o 30 Km de hielo puede haber un océano de agua líquida. Fascinante.