Se han identificado hasta la fecha unas 13 galaxias satélite de la Vía Láctea. Y decimos que hasta la fecha porque hay indicios de la existencia de otras galaxias satélites pero que no son observables por estar situadas al otro lado de la galaxia.

Entre estas galaxias las mas grandes y visibles a simple vista son Las Nubes de Magallanes. Pero la mayoría son galaxias enanas elípticas. La que protagoniza la imagen que abre la entrada es una de ellas. La galaxia Enana de Fornax. Situada a unos 460.000 años luz es una de las más alejadas entre esas galaxias satélites de la Vía Láctea. Su diámetro es de unos 6.000 años luz y está compuesta de varios millones de estrellas. Se calcula que el 90% de su masa es materia oscura.

La galaxia está catalogada como PGC 10074. Prueba de que pasó desapercibida para los catálogos como Messier o NGC que engloban los objetos mas brillantes del cielo. Incluso se descubrió antes uno de sus cúmulos globulares. NGC 1049.

En los alrededores de la Enana de Fornax también son observables decenas de otras galaxias mucho más débiles. En la siguiente imagen se puede comprobar como muchos de los objetos fotografiados no son estrellas sino galaxias.

 

Volviendo a los cúmulos globulares que se encuentran ligados gavitacionalmente a la galaxia enana, en la imagen se pueden identificar al menos 4 adicionales a NGC 1049. Los mismos que fueron catalogados por Hodge en 1960

 

No Title

No Description

 

Se marca la posición de dichos cúmulos en la imagen


Los cúmulos globulares son antiguos grupos de estrellas densamente poblados que orbitan alrededor de las galaxias. Dentro de la Galaxia Enana de Fornax, estos cúmulos presentan un patrón no habitual en su distribución. En lugar de una concentración de los cúmulos hacia el centro galáctico su distribución es más dispersa.

Una teoría predominante postula que la distribución irregular de los cúmulos globulares en la galaxia enana de Fornax podría ser consecuencia de interacciones pasadas con otras galaxias. Colisiones o encuentros cercanos con vecinos cósmicos podrían haber perturbado el equilibrio gravitacional dentro de la galaxia, llevando a la disposición dispersa actual de los cúmulos globulares.

Además, la atracción gravitatoria ejercida por la Vía Láctea podría haber contribuido a esta distribución peculiar. A medida que la galaxia enana de Fornax orbita alrededor de la Vía Láctea, las fuerzas gravitatorias entre las dos galaxias podrían haber distorsionado la distribución de sus cúmulos globulares. Esta interacción gravitatoria podría haber estirado y alargado la galaxia, causando que sus cúmulos globulares se dispersen de manera irregular.

También su dinámica interna juega un papel significativo en la formación de la distribución de sus cúmulos globulares. Las interacciones entre la materia oscura y la materia visible podrían crear campos gravitatorios complejos influenciando las trayectorias de los cúmulos globulares. Y si además, tal y como parece, la distribución de materia oscura podría ser relativamente uniforme sin tender a concentrarse en el centro galáctico, esto ayudaría a mantener los cúmulos en esas distribución periférica.

La observación de estas latitudes galácticas, además de ser una ventana para observar numerosas y distantes galaxias, también nos permite observar cirros galácticos. Se trata de materia que rodea nuestra galaxia como una especie de sutil y difuso envoltorio. Aunque en la versión «normal» de la imagen se pueden observar muy bien esas nebulosidades, si procesamos la imagen para eliminar las estrellas y concentrar la atención en estructuras no estelares es posible apreciar mejor estas nubes de polvo y gas. Realmente no estoy seguro de si se trata de esos cirros galácticos o si se trata de nebulosidad dentro de la Vía Láctea pero me resulta interesante poder mostrarlo en la imagen final.

Y, como es habitual, la información sobre la localización de la imagen y los datos técnicos sobre la captura de los datos empleados para formar la imagen.